La “Naranja Mecánica” de Cruyff se quedó sin corona ante una Alemania que supo sacar partido de jugar en casa. Polonia, tercera, se convirtió en la auténtica revelación del campeonato.
Alemania Occidental sabía con diez años de antelación que iba a organizar la X Copa del Mundo. La FIFA, en el congreso de Tokio 1964, le había concedido semejante privilegio. Cuatro años antes, en Atenas, se supo también que se estrenaría la ‘Copa FIFA’ en vista de que Brasil ya tenía la ‘Jules Rimet’ en propiedad por haber logrado tres títulos mundiales.
Dicha copa, original del escultor italiano Silvio Gazzaniga, permanecerá siempre en poder de la FIFA, sin poder ser ganada en propiedad por ningún país, que recibirá en caso de triunfo una réplica de la misma. Con las selecciones de Alemania, anfitriona, y Brasil, campeona de la edición anterior, clasificadas de antemano, las sorpresas se produjeron en la ronda preliminar.
Cinco equipos que habían participado en el pasado Mundial se quedaban fuera. La más ilustre Inglaterra, que por primera vez desde 1950 quedaba apeada de la competición en beneficio de Polonia, a la postre una de las revelaciones del campeonato. Los finalistas, con cuatro cabezas de Serie (RFA, Brasil, Italia y Uruguay) conocían las nuevas normativas.
El sorteo no sería ‘puro’, distribuyendo a los teóricamente débiles en grupos diferentes y evitando el enfrentamiento entre los tres representantes suramericanos. El 13 de junio de 1974 el Waldstadium de Frankfurt se vistió con sus mejores galas para acoger el partido inaugural.
Por tercera vez consecutiva iba a darse ese insípido 0-0 en el partido inaugural. En primera fase cayeron dos cabezas de serie, Italia y Uruguay, a manos de las dos selecciones que más admiración despertaron por su juego, Polonia y Holanda. La ‘Naranja Mecánica’ dirigida magistralmente por Johann Cruyff, caminó firmemente hacia la final, dejando en la cuneta a Brasil y Argentina.
Por su parte, la selección anfitriona, Alemania Federal acababa con el sueño de Polonia en la segunda fase del campeonato. La final entre Holanda, el espéctaculo, y la RFA, la seguridad estaba servida. El penalti transformado por Neeskens en los primeros instantes del partido enmudeció las gradas del Olímpico de Munich, pero la reacción alemana y la cobardía holandesa dejaron la copa en casa.
La selección holandesa, que participaba por primera vez en la fase final de un Mundial, y Polonia fueron las sorpresas más agradables del también denominado ‘Mundial del fútbol total’.
Holanda se plantó en la final sin haber perdido ningún partido y habiendo encajado tan sólo un gol. Alemania Federal les marcó dos tantos y les ganó tres encuentros y la Copa.
Tres selecciones debutantes pusieron la nota de color: Australia, Haití y Zaire. Los africanos con sus canticos de guerra y pieles de leopardo, y los haitianos, con sus ritos de vudú antes de los encuentros, pusieron el toque exótico en un Mundial en que triunfo el fútbol.
Un disparo al poste del jugador yugoslavo Oblak a punto estuvo de romper con la tradición del empate a cero en el partido inaugural. Al final los noventa minutos, Brasil y Yugoslavia igualaban sin goles.
Hasta 84 fueron los jugadores amonestados, cinco de ellos por partida doble. Fue un Mundial tarjetero.
Cuadro de Honor
Campeón RFA
Subcampeón Holanda
Tercero Polonia
Cuarto Brasil
Partidos Jugados 38
Goles Marcados: 97
Equipo más goleador: Polonia
Equipo menos goleado: Holanda
Goleador: Gregorz Lato (Polonia) 7 goles
Mejor Portero: Tomaszewski (Polonia)
La Figura: Johan Cruyff (Holanda)
Uruguay fue muy superior
Ecuador bajo la dirección del técnico argentino Roberto Resquín, se preparó a fondo durante cinco meses para disputar la fase de clasificación del Mundial de Alemania. El debut oficial se produjo en “El Campín” de Bogotá ante Colombia. Un gol en propia puerta de Segrera tras un disparo de Washington Muñoz daba un esperanzador empate a uno.
El 28 de junio en el Estadio Modelo de Guayaquil, Colombia devolvía visita. El colombiano ecuatoriano dejó escapar la victoria y volvió a igualar a uno con gol de penalti nuevamente de Washington Muñoz. Para conseguir el billete hacia Alemania se debía salvar el escollo de Uruguay.
Por primera vez se había decidido jugar un partido de eliminatorias Mundialistas en Quito, se esperaba que la altura ahogaría a los uruguayos, pero no fue así. Uruguay vencía por 1-2 con goles de Cubilla y Morena. El tanto ecuatoriano lo marcó Estupiñán.
Sin posibilidades de clasificación, Ecuador acudía a Uruguay con la posibilidad de dar el pase a Colombia en caso de empate. Los colombianos habían cosechado una igualada y una victoria en sus duelos ante los charrúas. El 8 de julio en el estadio Centenario de Montevideo, Uruguay se impuso a Ecuador por 4-0.
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