lunes, 21 de junio de 2010

ARGENTINA 1978


Argentina levanto la Copa del Mundo por primera vez gracias a la labor de Cesar Luis Menotti. A pesar de la polémica histórica, aquel fue el Mundial de Mario Alberto Kempes.

Salvo los mundiales de Brasil 1950 e Inglaterra 1966, ninguna Copa del Mundo había supuesto tanta expectativa alrededor del equipo anfitrión, solo que a diferencia de los anteriores, la Argentina del 78 no parecía tenerlas todas consigo para gozar.

La confianza local residía sobre todo en la elección de Cesar Luis Menotti como seleccionador, un hombre que suponía un gran cambio para el fútbol argentino, pues a un lado quedaban las prioridades de antaño dadas a los clubes y se pensaba solamente en la selección como una cruzada nacional.

16 equipos se distribuyeron en cuatro grupos a cuál más de disputado. En el Grupo I los locales se enfrentaron a una dura Hungría, a una talentosa Francia y a una Italia que combinaba muy bien catennacio y talento. En el II, los favoritos Alemania y Polonia estuvieron a punto de encallar ante Túnez, la sorpresa del torneo, mientras que México fue el convidado de piedra.

En el III, Brasil fue un equipo opaco, errático y simple, que casi no pudo superar a Austria y empató sin brillo ante Suecia y España. En el IV, por su parte, se preveía un paseo de Holanda y Escocia, pero apareció Perú jugando como ocho años atrás y se clasifico sin atenuantes.

La segunda ronda se jugó en dos cuadrangulares. En el primero, Alemania fue de más a menos hasta caer ante Austria de Krankl, quedando las dos eliminadas. El primer lugar lo obtuvo Holanda, impulsada por los golazos de Hann, Rep y Brandts. Detrás suyo quedó Italia con y un trío atacante de kilates: Causio, Rossi y Bettega.

El segundo grupo fue el de la polémica. A la jornada final llegaron Brasil y Argentina en igualdad de condiciones para enfrentarse a Polonia y Perú respectivamente. Habiendo ganado Brasil, solo un marcador de cuatro goles más o más clasificaría a los argentinos para la gran final. Y así sucedió 6-0 fue el resultado de un encuentro dónde Perú no existió y en el que su portero, Quiroga, era un argentino nacionalizado.

Ese hecho, sumado a la imagen de la dictadura de Videla, ensombreció un torneo en el que Argentina salió campeón con el ‘Matador’ Mario Alberto Kempes.

Ausencias de lujo. Fue un Mundial marcado por dos bajas ilustres: Franz Beckenbauer, en la última campeona Alemania, y Johan Cruyff en la subcampeona Holanda.

Hubo un caso de dopaje. El del escocés Derek Jonhstone, tras un sistema de control que era una auténtica novedad para la época.

Willie van de Kerkof entro a la final con el brazo escayolado, pero Argentina protesto y se lo tuvieron que quitar.

Rob Rensenbrink anoto frente a Escocia el gol número 1000 de los Mundiales fue de Penalti.

Goles espectaculares desde larga distancia. Uno del holandés Hann acabó con la condición de invicto del portero Alemán Maier, y otro del brasileño Nelinho ante Italia es recordado como uno de los mejores de la historia de los mundiales.

El grupo IV tuvo dos golazos de enorme calidad: Un cobro de falta con pierna cambiada del peruano Cubillas ante Escocia, y una apilada fenomenal del escocés Gemmil ante Holanda.

Cuadro de Honor

Campeón Argentina

Subcampeón Holanda

Tercero Brasil

Cuarto Italia

Partidos Jugados 38

Goles Marcados: 103

Equipo más goleador: Argentina

Equipo menos goleado: Brasil

Goleador: Mario Kempes (Argentina) 6 goles

Mejor Portero: Fillol (Argentina)

La Figura: Mario Kempes (Argentina)

Actuación para el olvido

El que a la postre sería su único punto lo logró Ecuador en Quito, al empatar con Perú a un gol, con tantos de Paz y Miño. Luego perdió ante Chile en Guayaquil por la mínima (1-0); en Lima, las cosas no fueron mejor ante Perú (4-0); mientras que en Santiago de Chile, el combinado fue vapuleado con otra goleada (3-0).

En definitiva, fueron unas eliminatorias para el olvido las que protagonizó el equipo dirigido por Ernesto Guerra.

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